Ea, que así nos habría gustado a todos tener anoche los pies: en remojo en agua caliente con sal. Pero no ha podido ser, porque la lluvia dichosa ha impedido que nos cansemos en Semana Santa como Dios manda. Con este desbarajuste de procesiones que no han podido salir, de otras que han salido aliviando y atajando, de otras que se han tenido que dar la vuelta nada más salir, es que no ha habido manera de tener los pies cansados. ¡Con lo que en el fondo nos gusta que llegue la noche del Viernes Santo y parezca que en vez de dos pies tenemos dos sacos de cemento reseco colgando de las piernas!
En fin, que esperamos que el año que viene la cosas pueda ser y que nos encontremos aquí el Lunes de Pascua con los pies hechos carbón. EL PENITRONCHO, desde luego, tiene intención de volver la próxima Semana Santa, porque nos hemos sentido queridos durante estos días. Así que a todos los os habéis pasado por el Real, a todos los que nos habéis dado ánimos, a todos los que ya habéis estrenado nuestras camisetas o nuestras chapas o ya habéis puesto en el coche nuestras pegatinas o en el frigorífico nuestros imanes, a todos los que nos habési felicitado por la idea, MUCHAS GRACIAS.
En fin, que esperamos que el año que viene la cosas pueda ser y que nos encontremos aquí el Lunes de Pascua con los pies hechos carbón. EL PENITRONCHO, desde luego, tiene intención de volver la próxima Semana Santa, porque nos hemos sentido queridos durante estos días. Así que a todos los os habéis pasado por el Real, a todos los que nos habéis dado ánimos, a todos los que ya habéis estrenado nuestras camisetas o nuestras chapas o ya habéis puesto en el coche nuestras pegatinas o en el frigorífico nuestros imanes, a todos los que nos habési felicitado por la idea, MUCHAS GRACIAS.
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