El Penitroncho ha mamado desde chico la Semana Santa de Úbeda.
El Penitroncho se emociona con la Semana Santa de Úbeda.
El Penitrocncho ama la Semana Santa de Úbeda.

El Penitroncho busca la sonrisa con la Semana Santa de Úbeda.

jueves, 17 de marzo de 2011

LA RISA COFRADE



La Semana Santa de Úbeda es lo serio, lo solemne, lo sobrecogedor, lo emocionado y emocionante. Pero la Semana Santa de Úbeda es también (irremediablemente para algunos, por suerte para la mayoría) lo sanamente divertido, la anécdota que, nostálgica, eleva en nosotros una leve sonrisa o una abierta carcajada. Los grandes cofrades ubetenses han sido grandes reidores y se reían también con su Semana Santa.

Ahí están las inverosímiles anécdotas que podría contar la saga de los Vico (no perderse el blog dedicado a la producción poética de este polifacético clan).

Ahí están las anécdotas en las que se mezclan el celo secretaril de Antonio Vico y el despiste proverbial de Juan Pasquau. O la relación de camaradería entre los dos viejos amigos: ¿cómo no recordar aquí el telegrama que le manda Juan a Antonio, sempiterno Secretario de la Cofradía de Jesús Nazareno, pidiéndole que cite el guión de Jesús en pleno mes de agosto y en... el Llano de las Casas?

Ahí están los dibujos de Antonio Millán, que durante décadas y sobre todo en la revista “Gavellar” supieron captar ese rostro amable, popular, divertido, de nuestra Semana Santa. A Antonio Millán se debe la imagen que ilustra esta entrada: aparecida en la revista “Gavellar” de la Semana Santa de 1979, ejemplifica a la perfección esa risa posible con nuestra Semana Mayor. ¡Cuánta Semana Santa evoca esta penitroncha que lleva de la mano a su chiquillo, que hace píldoras!

Y ahí está, también debida a Antonio Millán, la famosísima “Matea”, que en algunas de sus historias más hilarantes nos hace revivir el cansancio bendito del Viernes Santo y toda la corte de desgracias que la pobre Matea padece en ese día agotador.

Ahí están las anécdotas semanasanteras que Antonio del Castillo contó, para carcajeo general de los asistentes, en su magistral Pregón del Sábado de Ramos de 2007.

Sin duda cada uno de nosotros, cofrades de Úbeda, podríamos contar mil historias divertidas de nuestras vivencias personales.

Eso es lo que EL PENITRONCHO se propone para las vísperas y la Semana Santa próxima: abrir un rinconcito en el que cada uno pueda adquirir un trocito de humor cofrade ubetense. Un recuerdo inocente que avive en nosotros ese sano ejercicio de reírnos.

Porque si le levantamos la careta al capirucho de nuestra Semana Santa vemos que junto a las lágrimas del “Miserere” están las risas inevitables.

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